Ralph Pfau : La actitud hacia el Grupo









Nota de AHAA : La siguiente información relacionada con el padre Ralph Pfau ha sido facilitada por Danilo Ernesto, que dice ser un A.A. de el pais de los padrinos, El Salvador, el primer pais de habla hispana donde llegó el mensaje de vida de A.A. Quiero darle las gracias a Danilo por la valiosa información que a modo de regalo nos está compartiendo. Se irá exponiendo todo el regalo de Danilo en forma de mensajes y se podrá chequear en su totalidad en "El Rincón de Danilo



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ACTITUD HACIA EL GRUPO.


a) AL “QUE NO LE INTERESA LO QUE HAGA EL GRUPO". Este individuo NUNCA ayuda en las actividades del grupo, nunca se ofrece para tomar parte en ideas constructivas, _pocas veces contribuye con "la Séptima” sin rezongar. Afectadamente se coloca bajo un manto de hábil ’egoísmo, y se pierde de mucha de la felicidad de la que goza el participante del grupo. En caso de recaer, es quien con mayor clamor solicita la ayuda del grupo.

b) EL QUE CREE QUE "EL GRUPO DEBE ACTUAR CONFORME A SUS IDEAS". Se encuentra en el extremo opuesto de la soberbia y el egoísmo. Es muy activo, siempre esta ofreciendo su critica destructiva, y siempre contribuye con "La Séptima" —ruidosa y ostensiblemente—. Como los botones, siempre esta saltando_ Cualquier idea sugerida por otra persona que no sea él, no puede ser buena. Sus ideas son siempre las mejores y las que con mayor eficacia podrán operar. Toma parte en toda discusión —para criticar—-—. ¡Y siempre hay por lo menos uno en cada grupo! A veces creemos que Dios permite ésto para que todos los demás tengamos la oportunidad de practicar la tolerancia y Ia paciencia, ¡Y por extraño que parezca, generalmente permanecen sobrios! Son borrachos —no alcohólicos—-—.

Los continuos resentimientos no los derrumban.

c) EL HOMBRE “DE LAS NUEVAS IDEAS”. Contrario al anterior, rara vez es quisquilloso, pero siempre esta elaborando una idea nueva para el grupo: un proyecto social, un proyecto atlético, un plan para la desintoxicación en masa, un nuevo enfoque para visitar prisiones y otras instituciones —ideas generalmente impracticables—hasta las náuseas. Es inofensivo, pero a veces un poco irritante. Su sinceridad lo conserva sobrio. —¡Y tal vez goza con ella!

d) EL “REFORMADOR”, en el fondo, es un prohibicionista rabioso —AHORA QUE NO PUEDE BEBER—-. Así es que esta decidido a lograr que nadie beba —no debido a un sincero deseo de ayudar al enfermo alcohólico, sino por causa de una envidia perversa. Que nace de su orgullo lastimado y tiene su origen en el hecho de que se siente molesto por no poder beber. En consecuencia, no desea que ni su esposa, ni su familia, ni sus amigos, ni nadie, beba. Desde luego, pone como pretexto que el que lo hagan representa una tentación para él. Todos los días se ve azotado por el deseo de beber, pero le da miedo el hacerlo. Es un subproducto del hombre "de un paso”. Por lo general este individuo recae —— ¡encima del primer paso!—.

e) EL “ALARMlSTA”_ Es el individuo que siempre esta vociferando que fulano de tal, o tal o cual cosa, estén perjudicando a A.A., y que siempre termina su ataque diciendo: "Deberíamos de hacer algo al respecto". Generalmente es el protector "auto-nombrado" de A.A., lo que le proporciona una estupenda racionalización para su arraigada soberbia. No ha logrado percatarse de que el mal, en caso de que de hecho fuera el mal la causa de su alarma, será eliminado por Dios cuando El lo decida, y que por no ser superiores, debemos vigilar la situación más peligrosa de todas: la nuestra.

f) EL "FANATICO DE LAS JUNTAS CERRADAS”. Esta en contra y se opone vigorosamente a cualquier tipo de juntas abiertas en su zona, a las juntas a las que pueden asistir las esposas. Con frecuencia nos preguntamos si tales individuos han alguna vez analizado el Libro de A.A. y se han preguntado a si mismos: “Si las esposas no tuvieran necesidad de la ayuda y terapia de A.A., por qué los redactores del libro habrían de haber dedicado un capitulo completo a las esposas'?".

LA ACTITUD CORRECTA: Tener la convicción de que el bienestar del grupo es primero, de que la CONCIENCIA del grupo (no los mandamás, quienes, a pesar de ser pocos en número, siempre hacen mucho ruido) debe fijar el procedimiento del grupo; de que hay que trabajar concienzuda y calladamente para el bien del grupo, a fin de que tanto él como el grupo —como un todo- lleguen a beneficiarse.