Ralph Pfau : la actitud hacia el pasado








Nota de AHAA : La siguiente información relacionada con el padre Ralph Pfau ha sido facilitada por Danilo Ernesto, que dice ser un A.A. de el pais de los padrinos, El Salvador, el primer pais de habla hispana donde llegó el mensaje de vida de A.A. Quiero darle las gracias a Danilo por la valiosa información que a modo de regalo nos está compartiendo. Se irá exponiendo todo el regalo de Danilo en forma de mensajes y se podrá chequear en su totalidad en "El Rincón de Danilo "

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LA ACTITUD CON RESPECTO AL PASADO


a) EL QUE "NO ES SINCERO". El arrepentimiento de este individuo es superficial, No encierra una decisión ni un deseo honest0 de mejorar. Se aflige por su pasado, porque él resulté dañado, no por haber pecado contra Dios y sus semejantes. Es la aut0mortificacién de Judas, y generalmente tiene un final similar, ya sea de hecho, 0 por conducto de la botella.

b) EL QUE “FOMENTA LOS COMPLEJOS". El pasado de este individuo constantemente pesa sobre su meme y su alma, no como un modo saludable de penitencia, sino que como un obstáculo para el progreso y la actividad. Se funda en un exagerado temor de Dios y en la práctica, niega su misericordia. Con frecuencia lleva una mala condición nerviosa, o conflictos, y siempre mantiene a la persona lejos de Dios, ll quien tanto teme. La escrupulosidad es también un subproducto de tales actitudes. Lo que esa persona necesita es ánimo y acción EN EL PRESENTE, junto con la meditación frecuente sobre las innumerables muestras de la misericordia y el perdón de Dios. Debe tratar de esforzarse mis y mas para lograr la convicción de que Dios sólo pide la buena voluntad para el presente. Teniendo esto, el pasado, no importa que tan terrible haya sido, no es un obstáculo para su gracia. “Acci6n” es la palabra mágica.

c) EL QUE "CULPA A LOS DEMAS". Este es un individuo a quien algún psicoanalista farsante le ha hecho creer que algún factor de su pasado lo llevé al alcoholismo ‘y a las malas acciones, como por ejemplo: unos padres demasiado indulgentes, las circunstancias, etc. Por tanto, ahora la culpa de su actual condición es de ELLOS. La autoconmiseración resultante, los resentimientos y las racionalizaciones, obstaculizan su sinceridad, minimizan sus responsabilidades actuales, y se convierten en magníficos pretextos para el primer trago. —iN0 necesita un pretexto para el segundo!

d( EL "SOÑADOR”. Este individuo a menudo se recrea recordando los aparentemente buenos tiempos de antes asociados con la bebida. Es muy apto para suprimir, consciente, o inconscientemente, los sufrimientos que inevitablemente vinieron aparejados a ella.

Estos pensamientos absurdos siempre llevan a "volver a hacer la prueba". Lo hace, y sus “sueños anteriores son segura y rápidamente reemplazados por la realidad desnuda —pesadillas!

c) EL "JACTANCIOSO". Lleno todavía de soberbia, este individuo descarriado, con el pretexto de identificarse como alcohólico, se deleita al jactarse de sus pasadas correrías y malas acciones. Es el que se bebía dos litros al día: "Yo soy un verdadero alcohólico; bebí más de dos litros diariamente durante 40 años!”. Y conforme detalla todas las horribles experiencias de] pasado, interiormente se esta dando palmaditas por considerarse uno de los mejores tipos que haya vivido —-una vida de maldad—. Es poco lo que se percata de que esta jactancia esta motivada por soberbia que, al no encontrar nada bueno en qué basarse, tiene que utilizar sus errores para colocarlos por encima de sus semejantes. Generalmente no se conserva por mucho tiempo en su falso pedestal — “se resbala” de él.

LA ACTITUD CORRECTA: E1 individuo que tiene la convicción de que él es responsable de la mayor parte de sus errores pasados, y de que él puede, con la ayuda de Dios, hacer las reparaciones necesarias, que, de haber una verdadera contracción, Dios le ha perdonado sus faltas y s6lo pide que tenga ahora buena voluntad; que en A.A. el pasado de cada quien debe relatarse SOLO cuando se crea que es necesario para ayudar a otra persona, y que aun en esos casos los detalles son innecesarios. Una persona así rara vez piensa en su pasado, excepto para instarse a si mismo a hacer penitencia y a vivir mejor.

Deja todo en manos de la misericordia infinita de Dios, y vive el día de hoy -24 horas a Ia vez—- para no retroceder hacia su antiguo modo de vivir.