Según estadísticas de la industria editorial en México, Inglaterra, Cánada y Estados Unidos, uno de los textos mas exitosos del planeta ( 25 millones de ejemplares vendidos ) es el Libro Grande, cuyos derechos de propiedad intelectual pertenecen desde 1939 a Aicoholics Anonymous World Services, Inc., de A.A, la celebre organización de ayuda a los alcohólicos. Su autor es BILL W., un borracho redimido.
Aunque pasaron 36 años para que fuera vendido el primer millón del Libro Grande, ahora A.A. distribuye aproximadamente un millón cada año solamente de la edición en ingles. El ejemplar 1 millón fue presentado a Richard Nixon, cuando este era presidente de los Estados Unidos; el numero 2 millones a Joseph Califano, secretario de salud, Educación y Asistencia Social estadounidense; el 15 millones a la viuda de John L. Norris, anterior presidente de la Junta de Servicios Mundiales de A.A, y el ejemplar 20 millones a los grupos familiares de Al-Anon ( hermandad de parientes y amigos de alcohólicos ).
A finales de 1999, la revista Time publico una lista de las personalidades que los editores consideraban mas sobresalientes del siglo XX. Ahi, mezclado con los nombres de los científicos Albert Einstein y Marie Curie, el pintor Pablo Picasso y el beisbolista Babe Ruth, apareció - sin apellido- el de este ex borracho cuyo merito radicaba en haber echado a andar un programa para recuperarse del alcoholismo.
ASCENSO TRUNCO
William Griffith Wilson --- tal era el nombre del enigmático Bill W.--- nació el 26 de noviembre de 1895 en East Dorsen, ignota localidad de Vermont. Tuvo una única hermana, Dorothy, nacida tres años después. Emily Griffith, su madre, era una maestra de escuela, descendiente de jueces y abogados locales, y su padre, Gillman Barrows Wilson,
un marmolero que narraba entretenidas historias de cantina.
Durante su infancia y adolescencia, Bill fue un muchacho tímido, alto y algo torpe. mas bien reservado, tolero con estoicismo el divorcio de sus padres ocurrido en 1906. A partir de la secundaria Bill se propuso ser el numero uno en todo. Logro ser primer violín de la escuela, se convirtió en estrella local de beisbol y en 1909 se fue a estudiar high school al prestigiado seminario de Burr and Burton, en Manchester, Vermont. En las instalaciones de la institución solían vacacionar personajes tan celebres como la viuda de Abraham Lincoln y su hijo (quien llego a ser amigo de Bill)
y ahí este conocería a Ebby T. influencia definitiva en su vida.
A los 18 años Bill se hizo novio de Bertha Bradford, presidenta de la YMCA ( Asociación Cristiana de Jóvenes, por sus siglas en ingles) e hija de un ministro religioso. Todo marcho sobre rieles hasta que ella falleció repentinamente, lo cual hundió a Bill en la desesperanza. Tras su brillante trayectoria académica y deportiva, termino por no graduarse.
La suerte le volvió a sonreír cuando conoció a Lois Burnham, una sosegada jovencita 4 años mayor que el. Aunque tardíamente, cumplió con sus asignaturas pendientes y se inscribió en la Universidad de Norwich, Vermont, institución de rígida disciplina militar.
En 1918, Bill W. probo el alcohol y noto que le servia para aliviar su permanente angustia e inexplicable ansiedad. El mundo se encontraba en guerra y Bill se alistaba para ir al frente cuando bebio su primer " vermouth seco, ginebra y jugo de naranja: << Tome uno, luego otro y luego ¡el milagro! -- escribiría -- ; la barrera que parecía existir entre hombres y mujeres desapareció de inmediato. Esa noche me embriague por completo. >>
LA CAIDA
A partir de entonces Bill Wilson se convirtió en un borracho. Se caso con Lois en enero y partió a la guerra. A su regreso, el matrimonio Wilson empezó a llevar una vida itinerante hasta que llego a Nueva York. Bill bebía cada vez mas y aunque prometía no volver a hacerlo, invariablemente acababa empinando el codo.
Aun así trabajo en Wall Street como consultor de firmas que emitían bonos para la bolsa. Los estudios de factibilidad, tan comunes hoy en día, no existían en ese tiempo y Bill se habia dado a la tarea de investigar compañías importantes como General Electric y Giant Portland Cement, entre otras. Al concluir los años 20 los Wilson disfrutaban de una vida holgada, en la que Bill hacia negocios con un amplio margen de ganancias. Era ya un hombre rico.
A comienzos de 1929, entre la bonanza económica y el consumo de alcohol, Bill y su amigo Ebby T. compartieron toda clase de correrías. Mientras hubo dinero en el bolsillo, el hombre siguió bebiendo en los mejores clubes del este estadunidense; pero a raiz de la debacle económica de ese año, sus negocios vinieron a menos y su afición al alcohol aumento.
En 1934 ya estaba en la miseria. La bebida lo había apartado de sus mejores clientes y comenzaba a sufrir agudos malestares físicos. La esposa Lois tomó a su cargo la manutención del matrimonio, empleándose en una tienda departamental. Tras protagonizar escandalosos pleitos de borracho y ser despedido de varios empleos de mala muerte, Bill se internó en un hospital. Se sentía << endemoniado >> por la obsesión de beber, como refiere en su biografía, titulada ( TRANSMITELO )
Derrotado, pobre y mantenido por su mujer, un buen día se le apareció su compañero de borracheras. Ebby T., fresco y radiante, lo cual sorprendió a Bill, quien lo recordaba tan borracho y extraviado que estaba a punto de ser internado en un manicomio. Bill le ofreció una copa que Ebby rechazo porque, según dijo, ya no bebía y tenia religión. Bill rió a carcajadas, lo echó amablemente y siguió su carrera de bebedor.
Finalmente, tras varias entradas y salidas en los hospitales, un día dejo de beber. Según el, en plena borrachera, Dios le había quitado la obsesión por la bebida, lo cual, aseguro, ilumino su conciencia de tal forma que se sintió destinado a compartir su experiencia con otros alcohólicos que quisieran parar de beber.
EL BESTSELLER
En mayo de 1935, dedicado por entero a la redención de borrachos, Bill conoció al doctor Robert Smith, un atildado caballero, tan gentil que nadie quería hacerle notar su pulso inseguro ni decirle que nunca le confiaría una cirugía. El 10 de junio, el "doctor Bob" concedió una cita de 15 minutos para hablar con Bill, pero la plática duró 4 horas. Como ambos entendieron que el secreto para dejar la bebida era compartir con otro alcohólico las experiencias, sentaron las las bases para fundar Alcohólicos Anónimos, aunque la futura organización aún no tenia nombre.
Entre juntas, borrachos que rompían cosas en la sala de su casa e inmensas ollas de café preparadas por Lois, Bill W