En los primeros cinco años de AA

En los primeros cinco años de AA 
Lois W., esposa del cofundador de AA, Bill W., recuerda el tiempo en AA cuando no habia Libro Grande y eran pocos miembros
Copyright © AA Grapevine, Inc, January 1967

Lois Wilson



      En los primero días de AA las cosas eran realmente diferentes. Durante cinco años no hubo Libro Grande. El único medio de comunicacion con la personas era acercarte y hablarlas, así que era lo que haciamos.  Por supuesto, todas las reuniones se llevaban a cabo en las casas de los miembros, de las casas de aquellos que todavía eran afortunadas de tenerlas.Caulquiera que tuviera una abria las puertas para todos los que los chicos trajeran   . Nuestras casas, la del   Dr. Bob en  Akron y la nuestra en Brooklyn, estaban llenas de borrachos, tanto si estaban bebiendo continuamente, temporalmente, o estaban en un camino real para recuperarse. 
Sí , AA era bastante diferente esos dias por muchas razones. Una era que no había gente en AA excepto aquellos que habian tocado el mismo fondo. Solo estos escuchaban la historia que un borracho le tiene que contar a otro. Cuando AA empezo al principio, antes de que hubiese Libro, eran mas anonimo de lo que es ahora, porque incluso ni la comunidad tenía nombre. AA no tuvo nombre hasta que el Libro fue escrito. Antes de eso solo era un manojo de borrachos tratandose de ayudarse mutuamente. Había que trabajar con ellos una y otra vez ; las familias y cualquiera hacían lo que podian para ayudar.
Había muchas , muchas cosas tristes que pasaban, muchas eran cosas graciosas, y tambien habia muchas que inspiraban.
Bastantes me vienen ahora a la mente. Bill, como saben, era de Vermont y alguien le envió una mermelada de sirope de allé. Venía en una botella de whiskye. Uno de los chicos vio este atractivo contenedor en la cocina y fue a beberselo , y se trago la botella de sirope pensando que era wyskie.
Teniamos una norma que nadia entraria en la casa cuando estaba borracho. Una noche uno de los chicos vino borracho. No le dejamos entrar y el se puso a rezar y abrio  la puerta de la carbonera y se coló a el sotano, Como estaba muy gordo era sorpredente que se pudiera deslizar por allí, pero aun así de algun modo lo consiguió.Pero este mismo hombre gordo una noche se atrancó en las tuberías. Él vivia en el sotano. Las viejas casas de la ciudad solian tener tinas en la cocina, y el pensó que podía tomarse un baño, pero despues de entrar en una cocina no pudo salir asi que uno de nosotros ( y creo que fui yo ) le tuvo que empular.
había otras muchas cosas....un hombre intentó suicidarse en nuestra casa despues de haber empeñado nuestras ropas, incluyendo el mejor traje de Bill y mi preciosa capa de tarde, que nunca mas volvimos a ver.
AA era siempre emocionante. Las familias se incluían en todas las reuniones ; desposas y padres ( enotces no habñia muchas alcoholicas alli  ), y los chicos también venían. Los chicos se interesaban muy vivamente por por lo que ocurría. . Preguntaban sobre todos los miembros y lo querian saber todo sobre como eran. Ellos mismos aprendían los doce pasos y realmente trataban de vivir de acuerdo a ellos. No creo que los jovenes  tengan que ser demasiado jovenes para emocionarse por el programa de AA y ser ayudados por ella-
Una de las primeras mujeres que ingresó fue la ex-mujer de uhn amigo de Bill. Ella había estado en Bellevue y vino de allí a nuestra casa. Por ese tiempo había un maravilloso hombre- creo que era el cuarto o quinto AA- que estaba tratando de empezar un grupo en Washintong , D.C. Esta mujer fue a ayudarle y se mantuvo sobria por un largo periodo de tiempo. Entoces se caso con un hombre al que estaba tratando de atraer al programa. El realmente no quería y solia decirla mientras tanto, " Florence, se te ve tan sedienta " Y ella hizo algo al respecto, y Florence desapareció. Todo el mundo la buscaba por todos los lados y no podían encontrarla. Despues de un par de semanas fue encontrada en la morgue  
En ese tiempo cada grupo solía visitar a los otros grupos. los miembros de Nueva York iban a a Nueva Jersey o a Greenwich,Filadelfia, o incluso Cleveland o Akron. Esos eran los grupos que recuerdo que existian en los primeros cinco años.
Si alguno tenía coche, un grupo de nosotros se juntaba e iba a cualquier sitio en el cual supieramos que habia reunión. Las familias eran tan parte de AA como los mismo alcoholicos, y todos sentiamos que perteneciamos.
Pero despues de un tiempo los AA pensaron que ellos tendrían reuniones ocasionales-tal vez una vez a la semana--a las cuales solo asistieran alcoholicos y que por lo tanto pudieran tratar todos los asuntos en profundidad. Cuando esto ocurrió las esposas pensaron que se reunirian juntas, tambien, al mismo tiempo. Al principio estas pequeñas reuniones de esposas no tenían ningun particular propósito. Algunas veces jugabamos al bridge y otras veces cotilleabamos sobre nuestros maridos.
Entoces unas pocas de nosotras empezabamos a ver que realmente necesitabamos el programa de AA tanto como lo necesitaban los alcoholicos. El famoso caso de mi desconexion de Bill empezaba a maravillarme y comprendi que yo necesitaba tanto como el los doce pasos para mi vida. El me estaba abriendo el camino. Siempre pensé acerca de mi que era el mentor moral en mi casa, pero Bill, el cual nunca fue un mentor, estaba ciertamente creciendo espiritualmente mientras que yo me habia estancado. O quizas no estancado, si no iba hacia adelante, iria hacia atras.
Decidí que mejor viviría de acuerdo a los doce pasos. Annie S. y  algunas otras personas tambien llegaron a la misma conclusion. Entoces, cuando visitabamos otro grupo, le deciamos a las esposas y familiares lo que nosotras habiamos encontrado, que tambien, necesitabamos vivir los doce pasos de AA . Pequeños grupos   de esposas y familiares en todo el pais empezaron a sentir la misma necesidad para encontrar algo que ayudara a superar sus frustraciones y las ayudasen a a integrarse en la raza humana de nuevo
Ese es el modo en que Al Anon empezó . Seguimos el programa de AA en cada principio. Yo quiero agradecer a los AA mucho por mostrarnos el camino. Si su guia seguiriamos siendo la gente infeliz que eramos.
En nuestras reuniones contamos nuestras experiencias tal y como lo cuentan los AA. Contamos como llegamos encontrar que necesitabamos Al-Anon y lo que Al-Anon ha hecho por nosotros, y buscamos ayudar a otras familias que estaban, o estan, teniendo el mismo tipo de experiencia que nosotros tuvimos.
En 1.950 Bill viajo por todo el Canada y los Estados Unidos para ver como AA reaccionaria a la idea de una conferencia general para Alcoholicos Anonimos., y al hacer eso descubrió unos pocos  grupos de familares de alcoholicos. El pensó que deberian tener una oficina central aqui en Nueva York, justo como la tenía AA, de tal manera que pudiesen estar unidos en el uso que hacian de los doce pasos y las doce tradiciones-un lugar donde las preguntas pudieran ser recibidas, la literatura preparada y el publico informado a los que lo necesitaban.
Una buena amiga y yo empezamos una pequeña oficina en Bedford Hills. Por aquel entoces AA habia tenido ochenta y siete preguntas de esposas o grupos que deseaban registrarse. Como AA no estaba equipada para manejar a las familias de alcoholicos paso esta lista a nosotros y les escribimos. cincuenta grupos respondieron y fueron registrados con nosotros. Eso fue en el 51 ) . Hoy ( 1.967 ) hay 3.000 grupos de Al-Anon .
El numero potencial de Al-Anon es mas grande que de AA porque esta compuesto no solo de parejas de alcoholicos, sino de niños, padres y otros familiares y amigos. Se estima que cinco personas estan seriamente afectadas por cada alcoholico.
Aunque apenas hemos arañado la superficie, el futuro es brillante, gracias a vosotros los AA por vuestro maravilloso ejemplo e inspiración

Bill W. ¿ Son los alcoholicos diferentes ?








preguntemos a  Bill W.
¿ Son los alcohólicos diferentes?

Hace algunos años los doctoresempezaron a mirar a Alcohólicos Anónimos y cogieron a treinta de nosotros juntos y se dejeron a ellos mismo " bueno, ahora que estos tipos están en AA, no querran mentir tanmalamente, y quizas por primera vez odamos echar un buen vistazo al interior de un alcoholico y ver como es ", asi que un numero de nosotros fue examinado en profundidad por psiquiatras, todo tipo de test fue tomado, y el objeto de este particular estudio era ver si los alcoholicos eran una clase diferenciada de otras personas, y si lo eran, como y porqué .
Un número de nosotros fue invitado a asistir al conclave, y varios papeles fueon leidos, y finalmente uno de estos médicos ( un médico muy notable.-la reunión se llevó a cabo en la academia de medicina de nueva york ) comenzo a resumir lo que el pensaba eran las conclusiones a las que habían llegado, y que eran las siguientes : Que el alcoholicos era una persona emocionalmente infantil, mas sensible de ordinario que el resto de la gente. Luego nos atribuyeron una cualidad , uso la palabra " grandiosidad ", queriendo decir que los alcoholicos eran grandiosos( queriendo decir que uno de esos tipos a los que puede llamar " de todo o nada ) . Alguien una vez describió esto diciendo que todos los alcoholicos desean la luna , cuando quizas las estrellas hubieran sido mejor para ellos. Como una clase , nos parecemos a esto, dijeron los doctores
(Memphis, Tenn., Sept.18-20, 1947)

Bill W. ¿ Como podemos mantenerlo simple ?








Escritos Bill W. : Bill W. : ¿ Cómo podemos mantenerlo Simple ?
 Grapevine July 1.960 By Bill W






Este número del Grapevine llegará a manos de sus lectores en julio, el mes en que celebraremos el 25º Aniversario de AA en Long Beach, California. Cruzaremos un nuevo umbral hacia nuestro futuro. Nos alegraremos al pensar en las dádivas y las maravillas del ayer. Y, al volver a consagrarnos a realizar la inmensa promesa del mañana de AA, sin duda consideraremos nuestra posición actual. ¿Hemos logrado "mantener AA simple" o, inadvertidamente, hemos cometido algún error?
Al reflexionar sobre esta cuestión, empecé a considerar nuestra estructura básica: aquellos principios, relaciones y actitudes que forman la sustancia de nuestros Tres Legados de Recuperación, Unidad y Servicio. En nuestros Doce Pasos y Doce Tradiciones, encontramos veinticuatro principios claramente enunciados. En nuestro Tercer Legado se incluyen unos estatutos para el servicio mundial que prevén la existencia de miles de representantes de servicios generales, centenares de miembros de comités locales, ochenta delegados de la Conferencia de Servicios Generales, quince custodios de la Junta de Servicios Generales, junto con el personal de nuestra Sede especializado en asuntos legales, financieros, de relaciones públicas y de publicaciones, y sus ayudantes. Nuestros servicios de grupo y de área contribuyen aun más a esta aparente complejidad.
En la pasada primavera, se cumplieron 22 años del establecimiento de nuestra junta de custodios para AA en su totalidad. Hasta aquel momento, no habíamos tenido principios enunciados ni servicios especiales. No habíamos ni siquiera soñado en los Doce Pasos. En cuanto a las Doce Tradiciones - basta decir que éramos unos 40 miembros con apenas tres años de experiencia. Así que no teníamos mucho que fuera "tradicional." AA estaba compuesta de dos grupos pequeños: uno en Akron y otro en Nueva York. Eramos una familia muy íntima. El Dr. Bob y yo éramos los "papás." Y en aquellos días se hacía lo que nosotros decíamos. Los locales de reunión eran los salones de estar de nuestras casas. La vida social se desenvolvía alrededor de las cafeteras en las mesas de nuestras cocinas. El alcoholismo se consideraba, por supuesto, como una enfermedad mortal. La honradez, la confesión, la reparación de daños, el trabajo con otros y la orientación eran la única fórmula para nuestra supervivencia y nuestro desarrollo. Esos eran años sin complicaciones, de sencillez alciónica. No había necesidad de la máxima: "Mantengámoslo simple." No podíamos haber sido menos complicados.
El contraste entre aquel entonces y ahora es impresionante. Para algunos de nosotros es espeluznante. Por lo tanto, preguntamos, "¿Ha seguido AA la advertencia del Dr. Bob de 'mantengámoslo simple'? ¿Cómo podríamos cuadrar los Doce Pasos, las Doce Tradiciones, las Conferencias de Servicios Generales y Convenciones Internacionales de hoy con nuestro AA original de 'café-y-pasteles'?"
A mí no me resulta difícil hacerlo. La simplicidad auténtica de hoy se encuentra, creo yo, en cualquier principio, práctica y servicio que sirvan para asegurar para siempre nuestra armonía y eficacia generales. Por lo tanto, ha sido mejor enunciar claramente nuestros principios que dejarlos en términos vagos; mejor clarificar sus aplicaciones que dejarlas indefinidas; mejor organizar nuestros servicios que dejarlos al azar o no tener ningún método para realizarlos.
Un regreso a la época de la mesa de cocina no nos daría la deseada sencillez. Solo podría significar la irresponsabilidad, la discordia y la ineficacia a gran escala. Imagínense: No habría principios orientadores bien definidos, no habría literatura, ni salas de reunión, ni apadrinamiento planificado, ni dirección estable, no habría relaciones bien establecidas con los hospitales, ni sanas relaciones públicas, ni servicios locales o mundiales. Volver a esa especie de sencillez de los días de antaño seria tan absurdo como vender el volante, el depósito de gasolina y los neumáticos del coche de la familia. El coche sería sin duda una cosa más simple - y no habría que comprar gasolina o pagar por reparaciones. Pero nuestro coche no andaría. La vida familiar apenas se podría considerar más simple; en seguida llegaría a ser confusa y complicada.
Una anarquía informe de AA, animada únicamente por el espíritu de reunámonos," simplemente no nos basta a los AA de hoy. Lo que en 1938 les daba buenos resultados a unos cuarenta miembros no va a funcionar para los 200,000 AA de 1960. Nuestro mayor tamaño y, por consiguiente, nuestras mayores responsabilidades constituyen la diferencia entre la niñez de AA y su mayoría de edad. Nos hemos dado cuenta de lo tonto que sería intentar recuperar la sencillez que conocíamos en nuestra niñez para así evitar la responsabilidad con la que siempre tenemos que enfrentarnos para "mantenerlo simple" hoy. No podemos atrasar el reloj y no debemos intentarlo.
La historia de la evolución de nuestras ideas acerca de la "sencillez para hoy" es fascinante. Por ejemplo, llegó la hora en que tuvimos que codificar - u organizar, si así se prefiere - los principios básicos que habían surgido de nuestra experiencia. A esa idea se le puso mucha resistencia. Muchos miembros expresaban la convicción firme de que, con la publicación de los Doce Pasos se estaba complicando demasiado el sencillo (aunque algo confuso) programa de recuperación transmitido de palabra. Se decía que "estábamos tirando 'la sencillez' por la ventana." Pero no era así. Sólo hay que preguntarse, "¿Dónde se encontraría hoy AA sin los Doce Pasos?" Sólo Dios sabe el bien que se ha hecho con la enunciación precisa y la publicación de estos principios en 1939. La codificación ha simplificado mucho nuestra tarea. ¿Quién podría decir lo contrario ahora?
En 1945, se levantó un clamor parecido cuando se enunciaron claramente en las Doce Tradiciones de AA los sólidos principios para vivir y trabajar juntos. Nos resultaba muy difícil llegar a un acuerdo al respecto. No obstante, ¿quién puede decir ahora que las Tradiciones han complicado nuestras vidas? Al contrario, estos principios tan claramente definidos han simplificado grandemente la tarea de mantener la unidad. Y para nosotros los AA la unidad es una cuestión de vida o muerte.
Lo mismo ha ocurrido en todas partes con respecto a nuestros servicios activos, especialmente los servicios mundiales. Cuando se creó nuestra primera junta de custodios de AA, había graves inquietudes. La gente se sentía muy alarmada porque esta operación suponía ciertos trámites legales, ciertas cuestiones de autoridad y de dinero y algunas transacciones comerciales. Habíamos estado diciéndonos alegremente que AA había "separado completamente lo espiritual de lo material." Por lo tanto, se produjo una gran conmoción cuando el Dr. Bob y yo propusimos los servicios mundiales; cuando insistimos en que estos servicios tenían que estar encabezados por una junta permanente; y cuando dijimos además que había llegado la hora de que - por lo menos en esta esfera - tendríamos que aprender a poner lo material al servicio de lo espiritual. Alguien que tuviera experiencia tendría que tomar el volante, y tendría que haber gasolina en el depósito de AA.
A medida que nuestros custodios y sus colegas empezaron a llevar nuestro mensaje a todo el mundo, nuestros temores empezaron a desaparecer poco a poco. AA no se había hecho más complicado. Se había simplificado. Podrían preguntarle a cualquiera de las decenas de miles de alcohólicos y familiares suyos que estaban llegando a AA gracias a nuestros servicios mundiales. Sus vidas sin duda habían sido simplificadas. Y, en realidad, las nuestras también.
Cuando en 1951 se reunió por primera vez nuestra Conferencia de Servicios Generales, volvimos a contener la respiración. Para algunos, este acontecimiento significaba un desastre total. Ahora las peleas y los politiqueos serian la norma. Nuestros peores rasgos de carácter tomarían la delantera. La serenidad de nuestros custodios y de todos los demás se vería trastornada (como a veces de hecho ocurrió). Se pondría obstáculos a nuestra hermosa espiritualidad y la terapia de AA. Algunos se emborracharían por este motivo (y de hecho algunos lo hicieron). Más fuerte que nunca, se oía gritar: "¡Por el amor de Dios, mantengamos esto simple!" Algunos miembros protestaban, "¿Por qué el Dr. Bob y Bill y los custodios no pueden seguir dirigiendo estos servicios? Esta es la única forma de mantenerlo simple."
Pero pocos sabían que el Dr. Bob estaba enfermo de muerte. Nadie se paró a pensar que muy pronto sólo quedaría un puñado de pioneros; y que también éstos no tardarían mucho en desaparecer. Los custodios se encontrarían muy aislados y desconectados de la Comunidad a la que servían. El primer gran vendaval los podría derribar. AA sufriría un ataque de corazón. Con casi toda seguridad el resultado seria un colapso irreparable.
Por lo tanto, los AA tuvimos que tomar una decisión: ¿qué sería realmente lo más simple?
¿Lograríamos establecer esa Conferencia de Servicios Generales, a pesar de sus gastos y peligros particulares? O, ¿nos quedaríamos en casa de brazos cruzados, esperando las funestas consecuencias de nuestro temor y nuestra insensatez? Nos preguntábamos, ¿qué seria a largo plazo lo mejor y, por lo tanto, lo más simple? Como indica nuestra historia, nos pusimos en acción. La Conferencia de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos acaba de celebrar su décima reunión anual. Con toda certeza sabemos que este instrumento indispensable ha consolidado nuestra unidad y ha asegurado la recuperación de multitudes de alcohólicos enfermos que están todavía por venir.
Por consiguiente, creo que hemos mantenido la fe. A mi parecer, así es como hemos hecho que AA sea verdaderamente simple.
Puede que algunos todavía nos pregunten, ¿No nos estamos alejando de nuestra Tradición original según la cual 'AA, como tal, nunca debe ser organizada'?" Absolutamente no. No estaremos "organizados" mientras no creemos un gobierno; mientras no digamos quién debe o no debe ser miembro; mientras no autoricemos a nuestras juntas y comités de servicio a imponer castigos por falta de conformidad, por no contribuir dinero, por mal comportamiento. Yo sé que cada AA en su corazón comparte la convicción de que nunca puede pasar ninguna de estas cosas. Simplemente organizamos nuestros principios para que se puedan entender mejor, y seguimos organizando así nuestros principios a fin de poder hacer una transfusión de la sangre vital de AA a los que sin ella morirían. En esto consiste exclusivamente la "organización" de AA. "1.unca puede haber más.
Una pregunta para terminar: "¿Ha desaparecido del mundo de AA la época de café-y-pasteles y de intimas amistades porque nos estamos haciendo modernos?" Difícilmente. Conozco a un AA de mi pueblo que lleva varios años sobrio. Asiste a las reuniones de un grupo pequeño. Las charlas que escucha son exactamente iguales que las que el Dr. Bob y yo solíamos escuchar - y a veces dar - en nuestros respectivos salones de estar. Mi amigo tiene como vecinos una docena de compañeros de AA. Se reúne con ellos regularmente alrededor de las mesas de cocina y tazas de café. Sale con frecuencia a hacer visitas de Paso Doce. Para él, no ha cambiado nada; AA es como ha sido siempre.
Puede que en las reuniones mi amigo vea algunos libros, folletos y ejemplares del Grapevine colocados en una mesa. Oye a la secretaria anunciar tímidamente que todos estos artículos están a la venta. Le parece que el Intergrupo de Nueva York es una buena cosa ya que, por medio de ello, algunos le sus amigos encontraron sus padrinos. Con respecto a los servicios mundiales, no lo tiene tan claro. Oye algunas cosas en contra y otras a favor. Llega a la conclusión de que probablemente se necesitan. Sabe que su grupo envía algún dinero para estas actividades, y no le parece mal. Además, hay que pagar el alquiler del local de su grupo. Así que, cuando le llega el sombrero, echa gustosamente un dólar.
En lo que concierne a mi amigo, estas "modernizaciones" de AA no tienen un impacto devastador en su serenidad o en su bolsillo. Simplemente representan su responsabilidad para con su grupo, su área y AA en su totalidad. Para él, éstas siempre han sido las obligaciones más simples y naturales.
Si trataras de decir a mi amigo que AA se está echando a perder por culpa del dinero, de la política y de la excesiva organización, se echaría a reír. Probablemente te diría, "Porqué no te vienes a casa después de la reunión y nos tomamos otro café." 

Bill W. :Al Padre Ed - Vaya con Dios









 Al Padre Ed - Vaya con Dios
Carta de Bill W. a la comunidad de Alcohoólicos Anónimos
Grapevine junio 1.960





El domingo, 3 de abril, por la mañana temprano, en la ciudad de Memphis, Tennessee, el Padre Edward Dowling murió serenamente mientras dormía. Alegremente despreocupado por su debilitada salud, había venido a visitar uno de sus grupos "Caná". [Una empresa predilecta, a la que él había dado inicio, los grupos "Caná" del Padre Ed, bajo los auspicios de la iglesia, están dedicados a resolver los difíciles problemas familiares mediante la aplicación de los Doce Pasos de AA.] Los participantes jamás habían pasado una noche más alegre que la anterior. El habría deseado despedirse así de nosotros. Era una de las almas más bondadosas y uno de los mejores amigos que los AA conoceremos nunca. Nos dejó un legado de inspiración y de gracia que estará con nosotros para siempre.
El Padre Ed planeaba asistir a nuestra Convención de 1960 que se celebrará en Long Beach el próximo mes de julio. Esta esperanza, aunque tendrá que quedar incumplida, nos trae algunos recuerdos emocionantes de su acto de presencia en la Convención Internacional de AA efectuada en Saint Louis en 1955. Parece muy apropiado volver a repetir aquí las palabras con las que yo le presenté ante aquella asamblea, junto con un relato de la impresión inolvidable que él me produjo a mí la primera vez que nos conocimos - un fragmento de nuestra historia que puse por escrito años más tarde en el libro Alcohólicos Anónimos Llega a su Mayoría de Edad:
"Con la alegría más profunda, les presento a ustedes al Padre Ed Dowling que vive en la Casa de los Jesuitas aquí en Saint Louis. Ya que sabe de dónde le viene su fortaleza, el Padre Ed es alérgico a las alabanzas. No obstante, creo que se deben consignar en nuestros archivos ciertos hechos que le concierne a él - para que las futuras generaciones de AA puedan escucharlos, leerlos y conocerlos.
"El Padre Ed ayudó a fundar el primer grupo de AA en esta localidad. Fue el primer religioso católico que notó la sorprendente similitud entre los Ejercicios Espirituales de San Ignacio (fundador de los Jesuitas) y los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos. Como consecuencia, se aprestó a escribir en 1940 la primera recomendación de AA hecha por un religioso católico de la cual tengamos conocimiento.
"Desde entonces, su labor en nuestro favor ha sido prodigiosa No sólo se han escuchado sus recomendaciones en todas partes del mundo, sino que él se ha dedicado a trabajar para y por los AA. Viajes, reuniones de AA, consejos sabios y bondadosos - estas obras suyas pueden medirse en millares de millas y millares de horas. De todas las personas que conozco, nuestro amigo el Padre Ed es el único a quien nunca he oído decir una sola palabra de resentimiento ni de crítica. Para mi ha sido siempre un amigo, un consejero, un ejemplo formidable y una fuente de inspiración mayor de lo que les pueda describir.
"El Padre Ed tiene madera de santo."...
"El auditorio estalló en un caluroso saludo de bienvenida cuando el Padre Edward Dowling, haciendo caso omiso de su penosa cojera, subió a la tribuna. El Padre Dowling de la orden de los Jesuitas de Saint Louis es íntimamente conocido por miembros de AA de millares de millas a la redonda. Muchos de los asistentes a la Convención recordaban con gratitud su apostólica respuesta a sus necesidades espirituales. Los miembros antiguos de Saint Louis recordaban cómo él les ayudó a establecer su grupo. Aunque sus miembros eran en su mayor parte protestantes, él no se sentía amedrentado en absoluto. Algunos pudimos recordar su primer artículo acerca de nosotros publicado en "Las Obras de la Reina," una revista de la cofradía. El fue el primero en notar el gran paralelismo que había entre los Doce Pasos de AA y los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, disciplina espiritual básica de la Orden Jesuita. Con gran intrepidez, él había escrito a todos los alcohólicos y especialmente a los de su propia religión: 'Amigos, AA es bueno. Vengan y aprovéchense.' Y sin duda, lo hicieron. Sus primeras palabras escritas marcaron el comienzo de una influencia extraordinariamente benigna en favor de nuestra Comunidad, cuyo efecto total nadie podría calcular.
"La charla que nos dirigió el Padre Ed en la Convención aquel domingo por la mañana estuvo matizada de humor y profundidad. A medida que hablaba, me vino a la memoria, tan nítidamente como si hubiera sido ayer, la primera vez que este sacerdote apareció en mi vida. Una noche de invierno de 1940 en el Viejo Club de la Calle Veinticuatro de Nueva York, me había ido a acostar más o menos a las diez, afligido por un grave arranque de lástima de mí mismo y por molestias causadas por una úlcera imaginaria. Lois se había ido a no sé dónde. El granizo y la llovizna repiqueteaban en el tejado de hojalata. El club estaba desierto, salvo por el viejo Tom, bombero jubilado, aquel diamante en bruto salvado a última hora del manicomio de Rockland. Sonó el timbre de la puerta y un momento después Tom abrió la puerta de mi dormitorio. Dijo, 'Hay un tipo de Saint Louis allí abajo que quiere verte.' '¡Ay, Dios mío!' dije. '¿Otro más? ¡Y a estas horas de la noche! Bueno, dile que suba.'
"Escuché unos pasos pesados en la escalera. Luego, le vi entrar en mi dormitorio, apoyándose precariamente en su bastón, llevando en sus manos un sombrero negro magullado, informe y empapado de aguanieve. Se sentó en una silla y, cuando abrió su sobretodo, vi su cuello de sacerdote. Se alisó con la mano un mechón de pelo canoso y me miró con los ojos más extraordinarios que yo haya conocido. Hablamos de un montón de cosas, y poco apoco fui recobrando los ánimos hasta que finalmente me di cuenta de que este hombre irradiaba una gracia que llenaba el cuarto con una sensación de presencia. Esta sensación me impresionó intensamente; fue una experiencia emocionante y misteriosa. En años posteriores he visto muchas veces a este buen amigo, y ya sea que me encontrara triste o alegre, siempre me produjo esa misma sensación de gracia y de presencia de Dios. Mi caso no es una excepción. Muchos de los que conocen al Padre Ed experimentan este mismo toque de lo eterno. No es de extrañar, por lo tanto, que esa maravillosa mañana dominical, él pudiera inundarnos a todos los reunidos en el Auditorio Kiel con su inimitable espíritu."
Todos los allí presentes recordarán las siguientes famosas palabras que cito de la charla del Padre Ed en Saint Louis:
"Hay un camino negativo para salir del agnosticismo. Esa fue la actitud que tomó el apóstol Pedro. 'Señor, ¿a quién recurriremos'?' Dudo que se pueda encontrar a nadie en esta sala que realmente haya buscado la sobriedad. Creo que todos estábamos tratando de escaparnos de la embriaguez. No creo que debiéramos despreciar lo negativo. Tengo la impresión de que si algún día me encuentro en el cielo, será por haber huido del infierno."

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